Sorbete de sandía e hierbabuena

Hace muchos años, una niña leía bajo la sombra de un árbol en algún lugar de Turquía. Su hermano corría de un lado a otro a pesar del tórrido calor del mediodía, ese mismo calor que había hecho desaparecer al resto de personas en busca de una sombra donde esconderse y tal vez, dormir un instante.
Hace tanto tiempo, que nadie recuerda que libro leía la niña, pero sin duda debía de ser apasionante, tanto, que no se percató de que alguien se acercaba, tanto, que solo lo hizo cuando sintió una presencia a su lado. Levantó la vista y allí estaba, un hombre que debía tener veinte años como mucho, pero que a ella le pareció viejísimo. Ese hombre sonreía y en sus manos llevaba una gran bandeja de aluminio repleta de hielo y pedazos de sandía recién cortada. No dijo nada, tan solo depositó la bandeja en el suelo y con su sonrisa dio media vuelta y marchó.

Desde hace treinta años tengo esa sonrisa amable grabada en mi cabeza, desde hace tanto tiempo, cada vez que como sandía me sabe a generosidad desinteresada y recuerdo la frescura que se puede sentir incluso durante una tórrida tarde de verano.

Es fácil hacer este sorbete, tanto que os hará sonreír ....
Queréis sonreír??? :)

Ingredientes para unos 800 ml de sorbete:

- 200 gr de azúcar.
- 275 ml de agua.
- 500 gr de pulpa de sandía sin pepitas.
- La ralladura de un limón.
- 1 cucharada de hierbabuena finamente picada.

Preparación:

- Introducir el agua y azúcar en una cazuela y llevar a ebullición, bajar el fuego al mínimo y mantener en suave hervor durante unos cinco minutos. Dejar enfriar completamente.

- Triturar la pulpa de sandía con un robot o batidora y reservar.

- En un bol, mezclar el jarabe de azúcar, la pulpa de sandía, ralladura de limón e hierbabuena. Introducir en un recipiente, a ser posible metálico e introducir en el congelador.

- Remover con un tenedor cada media hora más o menos, hasta que obtengáis un sorbete de consistencia cremosa. Estará listo en aproximadamente dos horas.

Feliz fin de semana!!!