Pan sin amasado {tan fácil y hermoso}

¿Habéis hecho pan?.. ¿habéis sentido la harina y el agua pegándose con rabia a vuestras manos? ¿habéis amasado, trabajado con la masa hasta que, de repente y por arte de magia se ha vuelto suave, elástica y os ha liberado? ¿habéis sentido el olor maravilloso invadiendo vuestra casa y vuestros sentidos? ¿habéis oído el leve crujir de vuestra obra maestra saliendo del horno? ... ¿lo habéis hecho???

Aunque a veces, pocas, me propongo ser paciente, respetar tiempos y no querer tenerlo todo al instante, la mayoría de las cosas que cocino me gusta que sean rápidas ¡¡¡lo quiero todo y lo quiero ya!!!... Por eso, mis panes pocas veces están hechos con masa madre, eso lo dejo para los avezados y pacientes panaderos ;) A mi, me gusta que siendo rápidos y sencillos brillen con luz propia. Panes que sorprendan por su rapidez y buen resultado... Este pan es así, un pan que no pide nada, tan solo mucha agua, harina y un horno muy caliente ... Un pan perfecto para quien quiera iniciarse en este maravilloso y mágico mundo o, para los que como yo, quieren todo y lo quieren ya!

Ingredientes para una hogaza de 800 gr :

- 500 gr de harina de fuerza.
- 500 ml de agua ligeramente templada.
- 1/3 de cucharadita de levadura seca de panadería.
- 2 cucharaditas de sal.

Para hacer este pan necesitáis una olla de hierro fundido con tapa, de una capacidad de unos tres litros, o algún recipiente similar que pueda ir al horno.

Preparación:

- Este pan deberéis comenzarlo la noche anterior, puesto que hay que dejarlo levar  durante toda ella.

- En un recipiente amplio introducir el agua tibia y espolvorear la levadura seca sobre ella. Incorporar la harina, la sal y mezclar el conjunto con la hoja de un cuchillo como si hicieseis cortes en la mezcla, hasta que esté la harina bien integrada con el agua. Si queda algún grumo no pasa nada.

- Cubrir el recipiente con un film de plástico y dejar reposar toda la noche. Si hace calor, introducid la masa en el frigorífico.

- Al día siguiente, untar otro bol con aceite y espolvorear con harina. Volcar la masa dentro de este. Veréis que tiene un aspecto burbujeante y semi espeso debido a la alta hidratación, no os preocupéis, esta masa es así y de ahí vienen esos preciosos alvéolos que tiene una vez horneada.

- Cubrir de nuevo con film y dejar reposar una hora más. Mientras, espolvorear harina dentro de la olla que vais a emplear para hornear el pan e introducirla dentro del horno que encenderéis al máximo, para que esté muy, muy caliente en el momento del horneado.

- Pasada la hora de reposo, sacar la olla del horno con mucho cuidado de no quemaos y volcar rápidamente la masa dentro. Espolvorear más harina sobre esta, cubrir con la tapadera e introducir en el horno.

- Hornear a temperatura máxima durante unos quince minutos, pasado ese tiempo retirar la tapadera, bajar la temperatura a 200º y continuar la cocción una media hora más, o hasta que el pan se vea bien dorado y al golpearlo suene a hueco.

- Retirar del horno y dejar reposar unos diez minutos dentro de la olla antes de volcarlo.

Feliz semana!